El Pato, es considerado el Deporte Nacional. Se lo define como deporte viril, para gente de a caballo, audaz y valiente, se practica en nuestro país desde principio del siglo XVII. Dato que se obtiene de una crónica de Félix de Azara en la que relata una “corrida”, realizada en Buenos Aires en el año 1610 - 30 año después de la Segunda Fundación de Buenos Aires por Juan de Garay-se celebraban las fiestas de beatificación de San Ignacio de Loyola.Se describe de la siguiente manera: “se juntan para esto dos cuadrillas de hombres a caballos y se señalan dos sitios apartados como una legua (5 kilómetros apróx.), luego cosen un cuero en el que se ha introducido un pato vivo que deja la cabeza afuera, del cuero sobresalen dos o más manijas. El comienzo es entre dos adversarios, uno de cada bando, toman el “cuero” por las asas o manijas y se echan a correr, hasta que uno se quede con el “cuero” (el más fuerte, con el caballo más hábil), luego los otros componentes adversarios, lo rodean hasta sacarle “el cuero” . Gana el grupo que llega primero con el “trofeo” al lugar señalado con anterioridad. Socialmente se dice que “en donde hay caballos florecen los deportes hípicos y los juegos de destreza”.
La primera vez que se conoce este deporte por su nombre actual fue en el libro “El Ombú”, escrito por el novelista argentino, William Henry Hudson (1841-1922), expresa que “ El Pato era el entretenimiento más popular practicado al aire libre en la Argentina.
Con el tiempo “El Pato” fue practicado y también prohibido por las autoridades religiosas y civiles por su “alto nivel de peligrosidad” y las consecuencias fatales que traía aparejado el hecho de querer llegar a cualquier precio con “el trofeo” al lugar señalado.
Elk 21 de julio de 1822, el Gobernador de Bs. As. ,Martín Rodríguez, lo prohíbe por Decreto, refrendado por Bernardino Rivadavia.
Llegó un momento en el que no se practicó más, pero la gente no lo olvidaba. Según Mitre en sus “Odas”.
El Pato, juego fuerte del hombre
de la Pampa, que marca
las costumbres de un pueblo varonil.
Para avispar los nervios para tender
los músculos como el convulso
joven en el dolor febril.
Alberto Castillo Posse, reglamentó el deporte (una pelota de cuero con 4 manijas) y el 31 de marzo de 1938 se oficializó, derogando el artículo que lo prohibía.
El entonces gobernador Manuel Fresco, accedió y firmó el decreto el 28 de abril de 1938.
Dice en sus considerando: “En la actualidad los deportes están sujetos a las disciplinas que imponen sus reglamentaciones y dicho juego, en la forma en que se practica en la actualidad, es un deporte sano y vigoroso, similar al polo”.
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