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miércoles, 20 de marzo de 2013

El Tero, el mejor guardián

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El Tero, el mejor guardián
Charles Darwin decía en el siglo XIX que los teros eran de gran utilidad a los viajeros, ya que les anunciaba la vecindad de los ladrones en los caminos. Con cierta frecuencia convertido en animal doméstico si es capturado de pequeño, el tero presta otros servicios al hombre. Aunque su carne no es buscada como alimento, a colaborado en dieta humana ya que sus huevos suelen ser recolectados con tal finalidad. A las plumas del tero suelen darle usos mágicos. En la región pampeana una pluma de tero colocada bajo la almohada se supone que ayuda atener buen oído, y se las queman con ruda y crin de caballo se estima que se obtiene un talismán protector contra el mal. También los espolones de las alas de estas aves son en algunas regiones atesorados por su valor mágico. De la observación de la conducta del tero se deduce en medio rurales una serie de augurios. En lo relativo al clima, dicen en la pampa bonaerense que si su canto es muy prolongado y frecuente anuncia lluvia. También hay quienes sostienen que si se lo ve en terreno seco habrá tormenta, y que si el tero deja el río y va a la loma, la creciente asoma.
Varias historias populares explican el origen del tero. Entre los onas se dice que en tiempo antiguos fue una de las dos esposas de un hombre dotado de fuertes poderes mágicos. esta mujer, llamada K'arke, era una notable costurera y confeccionaba excelentes mantos y bolsos de cueros de guanaco. Un día el marido cayó enfermo y la envió a pedir comida a sus familiares.
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Estos le ofrecieron carne de guanaco y aves, pero ella prefirió unos escarabajos que también comían sus hermanos. Se llevo un bolso lleno con esta peculiar golosina y al volver a su campamento afirmó que su parentela estaba en esos momentos sin provisiones y nada le había podido dar. Pero el hombre notó que con disimulo ella metía cada tanto una mano en la bolsa y se la llevaba a la boca. en un descuido de la mujer, reviso el contenido del recipiente para ver que comía, y al hallar los insectos, asqueado, los arrojo al fuego. Tras una serie de acontecimientos el hombre y su otra mujer se transformaron en albatros, mientras K'arke se convertía en el tero ave comedora de insectos.                                  CONTINUARÁ

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