“El Zupay”
Suele aparecerse a los viajeros en las noches de los martes y los viernes, jornadas de las brujas por excelencia, y tras unas horas de sabrosa comida y bebida amenizadas con canciones que desgrana desde su guitarra con gran maestría, el Zupay propone a su homenajeado un pacto, cuyo precio será su alma.
A cambio, el tentado solicitante recibirá, por un tiempo, honores y riquezas.
Una curiosidad del Zupay es su guarida, llamada, al igual que la prestigiosa universidad española, Salamanca. Es una cueva subterránea en la que adeptos al Zupay concurren a aprender toda clase de encantamientos maléficos con los que arruinar la vida del prójimo
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