La deuda con el FMI y el “acuerdo” de Alberto “la verdad de la milanesa”
Si algo precisaba el FMI era que el Gobierno Argentino convirtiera
la deuda ilegítima en legítima. Y eso se logró gracias a la firma del “acuerdo”.
La deuda contraída por Mauricio Macri firmado con
Christine Lagarde fue totalmente ilegítima, se acordó entre ellos y sin que
fuese tratada ni aprobado por Las Cámaras Legislativa como establece las
disposiciones internas y también el vademécum del Organismo. Por lo tanto era ilegal.
Qué debía hacer el Gobierno Nacional? Era recurrir a Organismo
Internacionales de mediación para que se arbitren los medios para no pagar la
misma, ya que se tenían sobradas pruebas
de su ilegalidad. Pero no, el Gobierno de Alberto prefirió “llegar a un acuerdo”. Para el FMI
fue un “negocio redondo”, se podría decir, ya que “el acuerdo” le permitió un
reconocimiento al préstamo que otorgó, a todas luces ilegitimo.
El PRO de Mauricio sonríe feliz, logró sacarse la “mochila”
de encima y a su vez trasladarle el problema interno a Frente de Tod@s.
Esto queda absolutamente evidenciado por el “silencio” de
CFK, y hay demostraciones en las cuales “las palabras sobran”.
Solo se escuchó la voz a favor del Gobernador Axel Kicillof que, a esta
altura, no sabe en donde pararse.
De aquí en más se hablará de “la deuda de Alberto”, nos guste o no. Y no podrán utilizar más el
latiguillo de batalla sobre “la deuda
heredada de Mauricio”. Solo porque no tomó la decisión de denunciar
públicamente ante los Organismos Internacionales su ilegitimidad. Tenía todo al
alcance de su mano para hacerlo.
El “informe oficial” señala que: “el acuerdo no se hizo a costa del crecimiento económico y que no implicará ninguna clase de ajuste”, dice.
No
es cierto. El FMI impone freno a la posibilidad de imprimir moneda
nacional (la maquinita) sin respaldo, que al Gobierno le sirve para financiar el
déficit interno y como si esto fuese poco
el Gobierno no podrá tomar determinaciones propias , tanto económicas
como financieras que de ahora en más estarán sujetas al control cada tres meses
del Organismo.
Qué pasó con la espada de Damocles de la que habló
Alberto? Desapareció o por el contrario ahora está más cerca del corazón y
hasta mejor apuntada.
Ahora es más evidente que el FMI es el “interventor” de nuestro país.
Y, además, Alberto tendrá que someter su aprobación al
Congreso, lo que significadora concesiones a la Oposición, especialmente a los
Gobernadores de provincias con diferente color político al Gobierno Nacional,
con el agravante de que YA “no estará la maquinita disponible”. Y qué pasará con
Buenos Aires?, seguramente será la más perjudicada.
Antes del “acuerdo” teníamos una sola deuda, ahora son
dos. Una ilegítima ahora legitimada, que en dos años y medios tendrá que
demostrar que fue acertada. Será?.
El Ministro de Economía dijo: “no habrá ajuste”.
Sin embargo si lo habrá. Al menos
que con un ”golpe de magia” aparezcan los recursos genuinos que permita
abordarlas políticas de estado, como ser. Educación, salud, políticas sociales,
sueldos estancados de activos como de
los pasivos. Y esto no es nada nuevo de anteriores acuerdos con el
Organismo.
Se ganó tiempo, ahora es el interrogante; resistir hasta
el 2023 y no dejar todo “servido en
bandeja” para la oposición que ya se frota las manos.
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