Casi sin darnos cuenta nacimos tratando de iniciar en nuestra vida -ya hecha– una nueva etapa que sólo conocíamos en calidad de estudiante y con muy poca práctica laboral (solo 3 años). Pero si se tenía en claro los objetivos.
Una emisora comunitaria comprometida con su gente, dispuesta a trasmitir sus inquietudes y sus necesidades.
A ser el nexo de unión entre los vecinos y sus representantes en el gobierno.
A defender lo “nacional y popular”, a entender que no “era nuestra radio”, sino de la gente.
Resaltar las Fiestas Patrias, conmemorar los acontecimientos históricos, insertar a los jóvenes a una cultura nacional y popular, alentar a nuevos valores. Promover la participación educativa, fomentar y difundir la cultura local, despertar vocaciones. Alentar la participación social, política y cultural. Contribuir desde la formación de opinión, a una sociedad libre, justa y solidaria.
A no tener otro compromiso más que con nuestros vecinos.
A no fomentar ni difundir lo vulgar, lo chabacano, ni la desculturización social, ni a dejarnos influir por intereses económicos.
Asumir parte activa y posiciones firmes, ligadas a una determinada línea editorial y fundamentalmente, no desprendernos de nuestra ideología, sin que por ello perdiésemos la objetividad.
Entender que nacíamos en una nueva etapa democrática de nuestro país, a luchar y sufrir, padecer pero no decaer, ante el sistemático avance de los multimedios que solo responden a intereses económicos y foráneos, por que nacíamos en democracia para defender la identidad nacional, la libre expresión, el pluralismo de ideas y todo lo nuestro.
Definir si estos objetivos fueron logrados, lo define la gente y nuestra permanencia así lo certifica:
21 años de transmisión ininterrumpida pese a cosas muy difícil que nos tocó vivir y siempre. . . en la misma vereda.