Cristina sí, Cristina no
Pasadas la elecciones nacionales y conocidos los resultados generales, el Partido Justicialista se debate entre Cristina sí, Cristina no, mirando hacia el 2019.
Lo que se trasluce es que la mayoría de los Gobernadores que conserva el Justicialismo y de los Intendentes (incluido Gustavo Menéndez) les quitarían el respaldo para encabezar la lista en donde se elegirá nuevamente el Presidente/a de Argentina.
Más allá de los que se en columna en las filas del Partido Justicialista, están los que se definen así mismos como PERONISTAS, entre ellos la propia Cristina Fernández de Kirchner. Y es les guste o no el 37,50% del electorado del país.
Los más “encumbrados” seguidores de CFK, tratan de justificar su alejamiento diciendo que: “ya la desgastamos mucho, la bajamos del 54 al 37%”.
En varias reuniones de diferentes mesas políticas de todo el país, pero especialmente en la Provincia de Buenos Aires, se reúnen para vislumbrar a su reemplazante, lo que le ha hecho decir a Sergio Massa, “vuelvo al peronismo”. Un lugar en el que nunca estuvo.
Pero el “horizonte” hoy está puesto en las Elecciones Partidarias, Nacionales, Provinciales y Distritales.
Hay que elegir las autoridades del Justicialismo y esto les ha quitado el sueño a muchos dirigentes del PJ Nacional, Provincial y Municipal.
Algunos todavía no entendieron la importancia que tiene la conducción del Partido, basados en la historia de que, el retorno de la democracia, quienes ocupaban los cargos partidarios, “hacían la plancha”.
Hoy la realidad es diferente y la mayoría de los intendentes (los que representan la “renovación”) lo saben y no piensan regalar su espacio.
En lo que nos atañe, está la figura de Menéndez, que ya dio el primer paso reuniéndose con intendentes afines que puedan impulsar al Jefe Comunal de Merlo a la Presidencia del Consejo de Partido Provincial y recuperar el Consejo de Partido Distrital, actualmente en manos de su adversario político a quien “desbancó” en la elección primaria del 2015, Raúl “Vasco” Othacehé.
En diciembre próximo tendrían que ser las elecciones partidarias pero ya se habla de una posible “postergación”. Postergación rechazada por los intendentes triunfantes en las elecciones pasadas, según dicen.
“tenemos todo aceitadito”.
Y siempre está el “fantasma” de los que quieren recuperar el espacio perdido.
Consultados varios dirigentes de la Provincia, se puede palpar que hay “viento de cambios”. Una fuerte corriente interna hace tambalear a la actual dirigencia pejotista, así como se vislumbra el fuerte rechazo de la gente a todo lo que represente a los definidos como “los gordos”, ya sea en el campo sindical como en el campo partidario. En el Justicialismo esto se siente, no así en los otros partidos políticos, (exceptuando a “CAMBIEMOS”) como la UCR que los que pujan por volver representan a lo más desgastado de sus últimos 30 años.
El PJ está que arde, es un volcán en erupción solo hay que esperar durante el transcurso de noviembre los acontecimientos y cómo se adaptan a los nuevos tiempo.
Atrás queda CFK con su 37,50% de los sufragios obtenidos y el PJ con la obligación de encontrar alguien que lo supere, por que con eso solo no les alcanza para volver a ser gobierno nacional o provincial.
Pero...y siempre hay un pero, la calle y su gente siempre tienen la última palabra.
Muchos se ponen a pensar: por qué el Gobierno Nacional actual, por todos los medios quiere frenar la figura de la “Yegua”, tratando, inclusive hasta de “meterla presa” antes de que asuma como Senadora.
La respuesta aparece muy rápidamente:
“es la única que puede hacer tambalear la seguridad política de Mauricio Macri y su gobierno”.
A CFK, la votan los peronistas, la votan sectores de izquierda popular y nacional, la votan los anti –justicialistas y los sectores más desprotegidos del país que con esta política neo liberal y conservadora, se duplicarán en los próximos dos años. Respondiéndose un solo interrogante: con quién estábamos mejor