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sábado, 1 de septiembre de 2007

Matadero de Mariano Acosta. Las autoridades son complacientes

Ganadera 2000, una empresa que continuamente cambia de nombre, pero no de costumbres ni de dueño, funciona con absoluta tranquilidad a pesar de las denuncias en la justicia, por ser altamente contaminante del medio ambiente y por funcionar en un lugar sindicado por la zonificación municipal como “no apto”, para ese tipo de establecimiento.Sin embargo, sus titulares no se dan por enterados y los funcionarios continúan sin dar respuestas.Ante esto, el porqué del título: Las autoridades ¿”son complacientes”?.Desde la intendencia se estableció la pauta de que todo elemento, establecimiento y / o vecino que contamine será “severamente sancionado”.En los últimos meses se observó como el accionar municipal caía con todo “el rigor de la ley” en casas y algunos que otros campos, donde sus propietario u ocupantes tenían animales propios, cerdos, gallinas, conejos, vacas. Muchos de los cuales eran faenados para su comercialización irregular y se procedió al decomiso, multas y sanciones, informándoseles el número de animales permitidos, para consumo personal y a las consecuencias a que se exponen de no acatar las disposiciones municipales vigentes.Ahora bien: ¿Ganadera 2000, tiene “coronita” ?.En el año 1999, la Secretaría de Política Ambiental de la provincia, informó oficialmente que “tal establecimiento funciona sin ningún tipo de documentación”. Es más no tenían conocimiento de sus existencia y dice la ley que para poder instalarse un establecimiento de ésta naturaleza los municipios deben regirse por el artículo 28 de la Constitución de la Provincia, en concordancia con el artículo 1° de la Ley de medio ambiente y los artículos 10 y 11 de la citadaCarta Magna que dice de la exigencia del Certificado de Impacto Ambiental, que en su momento no presentó y que ahora parece “haber obtenido”, valla a saber cómo y quién lo otorgó ya que su funcionamiento jamás puede aprobar tal exigencia, basta con sólo observar los alrededores y leer los informes del OCABA, sobre contaminación de aguas.El transporte de la empresa arroja líquidos a la vía pública, rompe las calles de tierra que la Delegación arregla y destruye el pavimento de la calle Constituyentes.Las autoridades ¿son complacientes

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