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martes, 7 de marzo de 2017

Una costumbre criolla que perdura en el tiempo


La Corrida de Sortija


 
Muchos la interpretan como una carrera de caballos con algún obstáculo pero no es así.
No es una “carrera”, si bien el noble animal desarrolla su propio potencial en la pista, solo es una “corrida” en donde el jinete, con un buen animal, pueda ensartar una pequeña argolla sostenida de una manguera que cuelga de un travesaño horizontal entre dos maderos verticales a cada costado de la pista.
Es una verdadera demostración de integración entre el jinete que corre parado sobre los estribos y su caballo que desarrolla su potencial con la mayor “suavidad” posible. Esto es que el caballo corre parejo, sin saltos ni sacudones para que su jinete pueda sacar el “trofeo” en la corrida, o sea la argolla o sortija, no más grande que el tamaño de un anillo (femenino). Era costumbre que el gaucho que la sacaba entregársela a una “prienda” (mujer) de su gusto
El “entrevero” se arma con el pago de una inscripción, con lo recaudado el 80% se destina a los premios a los participantes a la compra de trofeos y es muy habitual que el 20% de lo recaudado se destine a los organizadores, ya sea Centros Tradicionalistas o cualquier tipo de Asociación Civil sin fines de lucro.
Se lo toma como un deporte ecuestre especialmente del Río de la Planta.
Actualmente se practica en Argentina, Uruguay y Paraguay.
Recorriendo la literatura, en un libro de Miguel de Cervantes, “El coloquio de los perros” publicado en 1613, dice así: ..”y sobre ella puso una figura liviana de un hombre con una lancilla de correr sortija y enseñóme a correr derechamente a una sortija que  entre dos palos ponía…”
Buscando en el diccionario de lengua española se puede encontrar una definición de este juego que data de 1734.
 
“Fiesta de a caballo que se ejecuta poniendo una sortija de hierro de tamaño de un ochavo segoviano, la cual está encajada en otro hierro, de donde se puede sacar con facilidad y este pende de una cuerda o palo a tres o cuatro varas alto del suelo; los caballeros o personas que la corren tomando la debida distancia a carrera, se encaminan a ella y el que con la lanza se la lleva, encajándola en la sortija, se lleva la gloria del más diestro y afortunado” (textual)
Esta tradición es conservada también en Europa, en la Fiesta de Sant Joan de Ciutadella, España. Así como también en la ciudad sarda de Oristano en los carnavales. Este ancestral juego ecuestre hermanó a ambas ciudades y ocurre lo mismo en el Río de la Plata.
Hoy existen los grupos conocidos como “Sortijeros” que se reúnen los fines de semana en distintos parajes para la competencia.
El hombre de campo utilizaba el mismo caballo que durante la semana era su “herramienta” par el trabajo rural.
Hoy las costumbres cambian y los “Sortijeros” eligen caballos mestizos, especialmente con Pura Sangre, caballos de polo de pato y hay muchos que prefieren directamente utilizar los Puros (SPC) que son descartados de los hipódromos.
 

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