La cultura gauchesca o gaucha
Y su vigencia
Se conoce como un conjunto de saberes, artes, uso de herramientas e incluye conocimientos gastronómicos.
Todo forma parte de la tradición gauchesca de nuestro país y que tiene como referente al gaucho criollo de nuestros pagos.
Esta cultura dio lugar a diferentes estilos de vida, desde lo musical como así también la literatura (conocida como literatura gauchesca) y también en el teatro adquirió su propia expresión.
Uno de sus componentes principales (entre tantos) destaca la importancia de la vida rural de llanura, en donde el caballo cumple un rol preponderante, la guitarra, el mate y la carne vacuna. Y se realzan los valores de solidaridad, lealtad, hospitalidad y la valentía.
Muchos historiadores argentino minimizan la figura del gaucho y resalta al criollo.
Se los puede encontrar en el siglo XIX, durante la colonización española y portuguesa, el trabajo rural con el ganado y todo tipo de hacienda fue dando una fisonomía especial al trabajador rural, destacándose por su libertad.
Se podría resaltar parte de sus características a esta cultural rural gauchesca, destacados elementos utilizados cotidianamente: El caballo, la carne vacuna, el cuero y su utilidad, la guitarra, su soledad, la vivienda, la familia, la estancia, el trabajo y su inseparable facón.
Para calificar a su vestimenta se utilizó una palabra de origen indígena “pilchas” que después con el tiempo se utilizó en el lunfardo.
Su atuendo principal se asemeja a la vestimenta de los jinetes andaluces más el agregado de un poncho que, de acuerdo a cada región, tiene definiciones diferentes. Un facón (cuchillo de gran tamaño calzado en la espalda, entre la faja y la rastra) Uno más pequeño conocido como “cuchillo verijero” (calzado en la cintura que se utilizaba casi siempre en las comidas camperas a cielo abierto). Un rebenque, también conocido como “talero”. Utilizaban pantalones anchos, tipo pijama con “calzoncillos y chiripá” de varios colores y luego aparecieron las actuales “bombachas” de campo o de fiesta, según la ocasión. Todo se sujetaba con una faja ancha tejida y sobre ella un ancho cinturón de cuero que se solía adornar con monedas o motivos patrios al que se lo llamó rastra o tirador.
En la investigación se encuentra varias palabras de origen quecha –poncho, chiripa, y el hábito de tomar mate– También del indio se adoptó el uso de boleadoras como una de sus armas más efectivas. El sombrero también llamado “chambergo” podía ser alar o sombrero panza de burro que se confeccionaba cortando en forma circular la panza de uno y luego se ataba a un poste, se lo dejaba secar y así adquiría la forma deseada.
Solía montar con las llamadas “bota de potro”, sin tacos y con los dedos hacia fuera.
También llegaron a utilizar botas de cuero a las que se los nombraba como “botines patrios” por ser los mismos que usaban los soldados y a las que se le añadía un juego de espuelas también llamada “nazarenas” o “lloronas”, se las denominó así “nazarenas”, por sus grandes púas, que se asemejan a la corona de espinas con las que se torturó a Jesús en su calvario. Y lloronas por el ruido que realizan entre ellas al tocarse.
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