Cuenta la vieja leyenda de Agustín Ferrari que, bajo esa denominación, se conocía a los 15 hermanos de la famosa “laguna de los sueños”, como se había bautizado el lugar donde ellos vivían.
A ciencia cierta nunca nadie vio absolutamente nada, los rumores hablan de “grandes fiestas” u “orgías” que estos “hermanitos” realizarían en el “menta’o” lugar.
Noches de fuertes lluvia y tormentas, entre refusilos y truenos. Música que solo determinados oídos podían escuchar, perduraban hasta el amanecer.
Luces celestiales, nubes con extrañas formas y ...los cantos.
Nadie sabe como llegaron al lugar, de la mañana a la noche, los vecinos vislumbraron, bajo la intensa luz de la luna, florecer el viejo chalet que los albergaría.. Y así como se los vio “aparecer”, también “desaparecieron”. Quedando históricamente, “el viejo chalet”, abandonado por más de 30 años.
Hoy, más de 50 años han pasado y queda solo la “historia popular”, salvo que se pueda tomar como “evidencia”, los hechos que hoy acontecen...curiosamente, también en noches de fuertes lluvias y tormentas, entre refusilos y truenos, acompañan la noche hasta el amanecer, el croar de ranas y sapos, emulando la extraña música que , solo determinados oídos pueden oír.
Mientras tanto todos miran asombrados como las fiestas u orgias, por llamarlas de algún modo, se repite y a lo que antes los vecinos llamaban “los jóvenes del amor” hoy se los puede identificar como amorosos sapos que no pierden la oportunidad de aparease entre ellos y emulando los hechos que narran los habitantes de lugar.
Las historias populares suelen ser solo eso, pero hete aquí que, suelen afirmar los sabios refranes populares que toda historia o leyenda popular, tiene su connotación en algún hecho real, tal vez esta se o no la explicación de tanta “ternura amorosa” de los simpáticos batracio que convoca a los vecinos a contemplar asombrados en su apareamiento.
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