Editorial

Con la santa paciencia

 Una frase conocida por casi todo el planeta y en todos los idiomas se suele utilizar. La recuerdo a mi abuela materna, María Inés , diciéndomela en mi niñez y en mi adolescencia.

Con la santa paciencia!!

Y si, siempre fui muy impaciente, todo quería que fuese ¡ya!

La vida me fue enseñando que tal dicho no es solo una frase, que encierra mucho de cierto y que si no lo adoptas como forma de vida, seguramente , en algún momento uno puede arrepentirse de no haberlo hecho.

El mes que comenzamos a transitar, es sin dudas uno de los meses del año que va a requerir de nosotros la aplicación de éste apotema popular.

Aplicar “la santa paciencia” puede ser para cada uno fundamental .

A la hora de escuchar a los medios de comunicación, tanto locales como a los de alcance nacional, tendremos que aplicarla, no es para menos.

Que tal o cual candidato es mejor o peor, que tal o cual candidato merece o no nuestro voto y así hasta las elecciones primaria o después en las definitivas.

Nos tratan de inculcar su propio pensamiento, de acuerdo a su propio interés.

Como si cada uno de los ciudadanos no supiésemos pensar, discernir por nosotros mismos.

Don Juan Lacalle, Doña Rosa (no la neustatiana), piensan, miran, observan y toman sus propias decisiones valorando su propia forma de vida.

Si van mal o no, si ahora están un poco mejor, si las obras que se necesitan en los barrios donde viven se realizan, si hay trabajo, si la plata rinde para llegar a fin de mes.

Son algunas de las tantas cosas que determinan el voto de la gente.

Así que...en estos meses nos adaptamos con “la santa paciencia”.