El horno no está para "bollos"

Así se expresaba un Intendente (que no lo es pero que juega su "chapa" de) al termino de la reunión que mantuvieron en la ciudad de las Diagonales con el Gobernador Axel Kicillof en la que se sumó a última hora Máximo Kirchner.

La convocatoria respondía a establecer una estrategia  de cara a las elecciones que vienen y la manera de retener el Gobierno en la Provincia ya que todos descartan el triunfo a nivel nacional, lo dan por perdida antes de la "partida".

Se conoció que los Intendentes llevaron sus propias propuesta para lograr el triunfo pero que el Gobernador y su Gabinete hicieron "oídos sordos" a las mismas y que se lo vio "descolocado" al actual Jefe de Gabinete que se atribuye la representación de los Jefes Comunales, estamos hablando de Martín Isaurralde.

Ni recibieron "un giño" como que se podrían analizar.

Hubo fuerte tensión cuando se habló de Seguridad, el "blanco" fue Sergio Berni, lo acusan de mantener una pésima relación con los intendentes  (según fuentes) casi todos responde a las críticas que sostiene como estandarte uno de los Jefes Comunales de licencia por ser el "blanco" de los reclamos en su Distrito por lo altos reclamos que se reciben a diario y el aumento de la inseguridad ( y en eso tiene razón).

Hay que decir y llamar a las cosas por su nombre: El Gobierno de la Provincia no tiene ningún tipo control sobre las Fuerza de Seguridad y los Jefes Comunales muy poco pueden hacer sobre este tema.

El error de los Intendentes radica en afirmar que "no existe ningún tipo de articulación entre el Ministerio y las Comunas". Cuando lo que se debería exigir es, justamente, que el Ministerio "articule" sobre las Fuerzas Policiales y que los Municipios designen a personas con responsabilidad, credibilidad y capacidad para así "articular" directamente con el Ministerio y ejercer sobre las Fuerzas Policiales el "control ciudadano", en serio.