La Perseverancia
Cuenta una vieja leyenda que la perseverancia salvó al burro.
Muchos de nosotros creemos que cuando las cosas no se dan, es por que algo impide que se dé y abandonamos los intentos ante el menor inconveniente.
Pero la leyenda nos va a enseñar que debemos ser perseverantes. Por qué?, presten mucha atención.
En un viejo y destartalado planeta de algún lugar del universo, un viejo burro pastaba distendido en una gran planicie.
Tan entusiasmado se encontraba que no advirtió un gran pozo por donde caminaba y que se encontraba cubierto por la inmensa y tentadora hierba, cayendo en él.
Pasaron las horas y el burro no volvía a su lugar habitual, su dueño, salió a “dar un vistazo” por el campo que rodeaba la chacra, no muy preocupado.
Al poco tiempo y a los pocos pasos, oyó el rebuznar del burro y hacia el lugar dirigió sus pasos.
Al llegar se encontró con la realidad, su viejo burro había caído a un profundo pozo que parecía no tener fin.
El campesino evaluó la situación y se dijo para sí mismo: “Este viejo burro que no sirve ya más para nada me viene a complicar la vida”. Levantando la vista observó que todavía permanecía en el lugar la tierra que, en su oportunidad, extrajeran para realizar el pozo y pensó en voz alta: “El burro es muy viejo, con esta tierra lo voy a tapar, esta será su tumba ya que no podré realizar ningún tipo de esfuerzo para sacarlo”. Tras ir a buscar una pala, comenzó a taparlo.
Pero el burro continuaba rebuznando y pataleando. Tanto pataleó que a medida que la tierra caía la iba endureciendo y lograba apoyarse sobre ella.
Cuando el campesino quiso mirar cuanto le faltaba, se encontró con el burro que ya asomaba más de la mitad de su cuerpo.
Corolario: la perseverancia salvó al burro, por qué no nos puede salvar también a nosotros?.