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domingo, 26 de enero de 2014

2014, año del caballo

Todos los años comienzan en nuestro país una destacada participación de entretenimiento social, cultural donde los protagonistas son nuestros caballos.
Sí, los festivales en el interior del país los tienen como protagonistas.
En la provincia de Entre Ríos , el festival de “Jineteada y Folclore”, en la Provincia de Córdoba, el festival de “Jesús María”, para destacar los más populares, pero los hay en todas las provincias y especialmente en el interior de la provincia de Buenos Aires.
No bien comienzan estos tradicionales festivales, comienzan las críticas de algunos sectores vinculados a la protección animal, ya sea Ong o grupos individuales que califican como “salvajismo” a los espectáculos de jineteadas.
Los caballos que participan en ellas, son caballos que están cuidados durante todo el año, con los mejores pastos, a campo sueltos, las mejores raciones, para después ser usados UNA SOLA VEZ, en el único día del año en que se los monta para la jineteada y conformar así un espectáculo que tiene que ver con las costumbres criollas que se dieron en el marco de la Independencia de nuestra Patria, en donde el caballo y el gaucho, conformaron una dupla irremplazable del ser nacional.
Es nada más y nada menos que continuar con prácticas tradicionalistas que nos son propias y no foráneas como muchas que, esos mismos sectores apoyan o practica y/o permiten que se las practique como si fueran parte de nuestra identidad. Ejemplos no faltan.
Las patinetas, “el dakar”, “la noches de las brujas” y podríamos enumerar más.   
Accidentes fatales hay en todas las disciplinas, en donde participan hombres, mujeres, animales, vehículos
En las jineteadas, mal llamadas domas, se utilizan rebenques  y pequeñas espuelas para azuzar a los caballos y yeguas, animarlas a corcovear, pero no le causan un gran sufrimiento ni les causa la muerte como sugieren.
Nadie en el mundo cuida más a sus caballos que el hombre de campo argentino, solo comparable con los criadores árabes.

Cuesta entender pero es así.
Y para cerrar vale resaltar que, quienes más se oponen a las jineteadas, son también quiénes se oponen a la política implementada en el país desde el Gobierno Nacional.      


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