Recordamos...!
Un día como el de hoy pero en 1972, inaugurábamos una estructura de hormigón armado que se utilizaría para arriostrar el Viejo Campanario de la Iglesia de la Merced, en Merlo.
En ese entonces Avenida Vergara y 25 de Mayo.
Se trataba de todo un armado de hormigón conformando una escalera caracol que permitía el sostén de es Campanario donde aún descansa el antiguo reloj de la Iglesia y el Campanario propiamente dicho.
Había amenaza de derrumbe y el Párroco de ese entonces recurrió el Intendente Luis Alferio Monetti para ver si se podría encontrar una solución al serio problema que se presentaba.
Acto seguido, Monetti nos convoca a a los integrantes de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo para encontrarle la solución que el Cura le pedía.
Concurrimos al lugar los tres empleados del área, Rubén Carrizo, Oscar Piccini y Yo (Roberto Gustavo Ayoub). En principio nos pareció imposible de evitar su derrumbe.
Observando, se nos ocurrió una idea que podía resultar. Yo comenté que en ese espacio se podría construir una escalera de hormigón armado "enganchar" los escalones a la mampostería y a si evitar que se derrumbara.
Tras discutir las posibilidades, con mi compañero Oscar Piccini, comenzamos a trabajar en el diseño. Recuerdo que durante dos semanas replanteamos (medimos) todo el lugar utilizando un escalimetro ya que prácticamente no se podía utilizar una cinta métrica o simplemente un metro de mano. Hasta que logramos "dibujar" la escalera y cómo quedaría emplazada.
Dibujamos y calculamos toda la estructura, hicimos los correspondientes planos de obra y se llamó a concurso de precio para la realización de la obra.
Muchas fueron las empresas locales que se presentaron a comprar el pliego y algunas de Capital federal y de la Ciudad de La Plata.
La mayoría desistieron de su presentación por que a firmaban que "era imposible ejecutarla".
Menos una.
La Empresa local de Pañotta, a la que nosotros fuimos a invitar a cotizar el trabajo dijo "si, yo me animo si ustedes me ayudan con el replanteo".
Trato echo y se presentó y se le adjudicó la obra.
Treinta días de trabajo continuo, mañana, tarde y noche se trabajó sin evitar el funcionamiento habitual de la iglesia.
El programa preveía que el día que se celebraba el Día de la Virgen de la Merced, se inaugurara. Y así fue.
Treinta días antes se hormigonó y una semana antes se desencofró y se permitió el acceso del público.
El primero en subir fue el Parrocó y el Intendente lo siguió, al subir nos dijo mirándonos a los ojo: "confío en ustedes" y se río.
Hasta hoy la estructura sigue en pie y soy el único orgulloso diseñador de la obra que puedo disfrutarla.
Pasaron ya 49 años!!! Toda una vida..Iglesia de la Merced