La “Tulivieja”
Amaba la moza a un joven de su mismo lugar pero de una familia adinerada, fruto de esos amores nación un niño, su madre, la hermosa joven, para ocultar su vergüenza ya que “el niño” adinerado no quería compartir su responsabilidad, lo ahogo en el río que circunscribía su pueblo.

Condena a buscar a su hijo hasta la consumación de los siglos, recorre sin cansarse jamás las orillas de los ríos, llamando sin cesar a su niño con un grito agudo parecido al de las aves y sin que nadie le conteste jamás.
A veces recobra su primitiva forma. En la noche en que la luna brilla en el centro de los cielos, se baña en los ríos bella como un sol, pero al más ligero ruido se convierte nuevamente en el ser monstruoso que es para por el mundo su eterna peregrinación.
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