Costumbres y Tradición

Aires del caballo

 Se llama así a las diferentes forma que tiene el caballo para desplazarse. Los más habituales son tres: paso, trote y galope, aunque la práctica nos enseña que puede desarrollar algunas variantes más llegando a conformar un total de siete aires.

A la asociación de los dos pies al mismo tiempo se lo denomina bípedos.

Al ciclo de pisadas se las denomina “tranco” y aquí encontramos una de las primeras variantes, caballo “tranqueador” por que realiza el paso más rápido que lo habitual.

Al paso

El paso es el más lento lo definimos como de “cuatro tiempos”. El caballo avanza en bípedo diagonal, es decir avanza a la vez la mano izquierda y el pie (pata) derecho y luego invierte. Se lo conoce como “aire marchado”, siempre hay un pie apoyado en el suelo y simétrico, porque el movimiento bípedo diagonal izquierdo se repite de forma idéntica en el bípedo contrario.

El trote algo más rápido que el paso, de “dos tiempo”, simétrico y saltando –en un momento el caballo queda en suspensión es decir, ningún pie apoyado en el suelo– Aquí también encontramos otras variantes, puede ser trote de trabajo, a buen ritmo. Reunido es un trote corto, lento y elevado o trote largo que es en donde el caballo alcanza la mayor amplitud de tranco, no por ello más rápido.

También hay forma de montar al trote pero de eso se hablará en otra ocasión.

El galope, es el aire más rápido natural del caballo, se agota más rápido. Al apoyar las manos está obligado a expulsar el aire por ende no puede acelerar su frecuencia respiratoria a su voluntad. Es el único aire simétrico –tiene tres tiempos y durante el cuarto se encuentra en el aire-. Su galope se puede dar “a mano derecho” o “a mano izquierdo”. En el galope a la derecha, el bípedo derecho avanza más que el izquierdo. El galopar a las diferentes manos les permite girar cómoda y equilibradamente al lado (o mano) al que galopa.

Del galope, nace la carrera pero no es un aire natural del caballo, sino forzado.