“El Picaflor”
Tuve la suerte de que mi abuela, María Inés, al verme un día con esa intención y me detuvo: Alto!! No le hagas daño!!.
“Se llama picaflor y no es simplemente un pájaro, es un enviado de DIOS”.
Es la encarnación de un niño que desde muy pequeño recorría el bosque guaraní recogiendo flores para llevarle a su madre. Un buen día al observar la flor más linda que había visto, intentó recogerla. Para ello subió a un alto árbol pero con tan mala suerte que la rama en la que estaba se rompió y calló al suelo perdiendo la vida.
Su madre, preocupada por la tardanza, salió a buscarlo y lo halló en el piso, sobre una alfombra de hojas, muerto. Fue tan grande su dolor y su llanto que conmovió a DIOS, se acercó para decirle bien bajito casi en su oído: No murió estará conmigo para siempre y tendrá una tarea específica, será la de comunicarles a los seres humanos que las almas de sus seres queridos están en el cielo y están bien.
Es así que recuerdo cada vez que los veo las palabras de mi abuela:
“Cuando veas a un picaflor en tu jardín y tienen seres queridos que están muertos, él viene a anunciarte que el alma de los que amamos están bien”.