Fue ampliado con dos nuevos pisos que serán destinados al área internación. Incorpora 60 camas más a la existentes. El Intendente y su esposa, Mónica Arnaldi, inauguraron las obras, el Día de la Lealtad Peronistas, junto a los distintos profesionales de la salud que acompañan con responsabilidad y compromiso la transformación de la atención de la salud pública. La obra fue financiada en su totalidad con fondos municipales incluyendo el nuevo equipamiento. El Director, Dr. Luis Galvarino manifestó: “Los municipios solo tienen la obligación de cubrir la atención primaria de la salud, pero en Merlo, por una decisión política tenemos un hospital que es fundamental en la cobertura de la salud”. Por su parte la Secretaria de Salud, Dra. Susana Bagnato, agradeció a cada uno de los trabajadores y autoridades responsables del funcionamiento y avance del hospital. El cura Párroco y Médico, José Resich, bendijo las nuevas instalaciones.
Una revista digital que intenta contarte lo que pasa en Merlo, Pcia. de Buenos Aires
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viernes, 1 de noviembre de 2013
Leyendas populares
La “Tulivieja”
Amaba la moza a un joven de su mismo lugar pero de una familia adinerada, fruto de esos amores nación un niño, su madre, la hermosa joven, para ocultar su vergüenza ya que “el niño” adinerado no quería compartir su responsabilidad, lo ahogo en el río que circunscribía su pueblo.
Dios castigó en el acto ese pecado tan grande, convirtiendo a su madre desnaturalizada en “la Tulivieja”, un monstruo horrendo que tiene por cara un colador de cuyos huecos salen pelos cerdosos y larguísimos. En lugar de manos tiene garras, el cuerpo de gatos y patas de caballos.
Condena a buscar a su hijo hasta la consumación de los siglos, recorre sin cansarse jamás las orillas de los ríos, llamando sin cesar a su niño con un grito agudo parecido al de las aves y sin que nadie le conteste jamás.
A veces recobra su primitiva forma. En la noche en que la luna brilla en el centro de los cielos, se baña en los ríos bella como un sol, pero al más ligero ruido se convierte nuevamente en el ser monstruoso que es para por el mundo su eterna peregrinación.
jueves, 31 de octubre de 2013
Festejos del Aniversario Marcos Paz, Pueblo del Árbol
Todos los años la ciudad de Marcos Paz, definida como Pueblo del Árbol, festeja el aniversario de su Fundación con distintas actividades, entre ellas los Tradicionales desfiles de gauchos con sus caballos.
Y, como todos los años, El Vecindario dijo presente para recopilar para sus lectores, las imágenes que reflejan el sentir tradicionalistas de la zona
viernes, 20 de septiembre de 2013
Integración académica y social
Importante convenio con la Universidad
La Municipalidad de Merlo y la Universidad de Morón, firmaron un interesante convenio para jerarquizar la carrera de medicina en la zona .
Con la Presencia del Intendente Municipal Dr. Raúl Alfredo Othacehé, su esposa, Mónica Arnaldi, la Ministra de desarrollo Social de la nación, Dra Alicia Kirchner, el Dr. Luis Galvarino, Director del Hospital Municipal Eva Perón, la Dra. Susana Bagnato, Secretaria de Salud Pública, el Dr. Jorge Collia, Vicedecano de la Universidad de Morón, el Dr. Domingo LIotta, Decano de la Facultas de Medicina.
El convenio establece que los alumnos se capacitarán y sumarán experiencia en las áreas de cirugía, clínica médica, diagnostico por imágenes.
El objetivo es poder integrar también el internado rotatorio, siendo ésta la última parte de la formación de los alumnos en profesionales (residencias hospitalarias)
Por su parte el Intendente Dr. Raúl Alfredo Othacehé valorizó la firma del convenio “Es importante tener a una eminencia en la medicina como el Dr. Liotta en Merlo y es un día de suma alegría por el objetivo logrado. Esto permitirá el crecimiento de la región y un gran desarrollo para los médicos, para la Universidad de Morón. Estamos muy felices y es un avance muy importante en el área académica del Hospital Eva Perón, dijo.
Día Nacional del Caballo
20 de septiembre
Ley Nacional para establecer el Día Nacional del Caballo
Ley Nacional para establecer el Día Nacional del Caballo
Si, cada 20 de septiembre los tradicionalista, sobretodo, conmemoran el Día Nacional del Caballo .
Un homenaje y reconocimiento que se le realiza a los caballos, reconociendo la importancia de ellos en la Independencia de nuestro país.
De allí se rescata el popular dicho: “la Patria se hizo de a caballo”.
Distintas fiestas, en distintos lugares del país se realizan en esta fecha y que se utilizan para dar a conocer las habilidades de estos, su mansedumbre, su capacidad de trabajo y competencias.
Algunas son “resistidas” por determinados sectores por que en realidad desconocen la esencia de las mismas y la cuestionan –según estos sectores– como maltrato al animal.
Nada más lejos de esto. Los tradicionalistas tienen como objetivo principal el proteger, cuidar y hasta malcriarlo al noble y más fiel amigo del hombre.
Muchos confunden a algunos sectores de el “ambiente” de los caballos con los tradicionalistas, por ejemplo: a los que utilizan carros (carreros) para trabajar en la vía pública recogiendo sobrantes.
Nada más equivocado que esta asociación. Que si existen sí!. Pero son un sector nada comparable con los tradicionalistas.
Por la Ley Nacional 25.125 del año 1999 el 20 de Septiembre se celebra el Día Nacional del Caballo, en recordación de la fecha de culminación del viaje de Aimé Tschiffely en 1928 arribando a Nueva York.
El Dr. Luis Romero escribió, en el Reglamento General de Caballerizas de la Institución, que el Gaucho, su Caballo y la Pampa forman una trilogía inseparable.
Brindémosle día a día los cuidados que ellos se merecen.
"El Chupacabras"
Leyendas populares
"EL Chupacabras"
"EL Chupacabras"
Cuentan los lugareños de algún paraje lejano, en Centroamérica y también en el interior del país, que un extraña criatura mitad humana y mitad animal, de pequeño tamaño muy horripilante, suele azotar las poblaciones ganaderas para alimentarse de la sangre de los animales a quienes los paralizaría con su mirada –similar a las víboras y a las arañas– para luego chuparles la sangre a través de un único agujero en su cuerpo que lo diferencia de otros depredadores que generalmente destrozan a sus víctimas.
También se le atribuye a ciertos hechos ligados a ritos satánicos.
Las historias del “Chupacabras” comenzó a ser una leyenda urbana y varias veces fue publicada por periódicos norteamericanos e hispanos. Muy pronto nació el “marketing”, vendiendo camisetas y gorras de béisbol.
Tuvo su origen en Puerto Rico, luego los países de América central y América del Sur.
En la Argentina se habló del “Chupacabras” en 2002, a raíz de la aparición de animales extrañamente muertos.
Actualmente el esqueleto de un extraño animal (¿?) fue hallado en el norte de la Provincia de Santa Fe, posee garras y colmillos pero también se lo puede asociar a una figura humana deforme.
Este esqueleto es exhibido en la casa de una familia de Rosario. La imagen de la misteriosa criatura causa asombro y hasta terror entre los que se atreven a visitar el lugar.
jueves, 12 de septiembre de 2013
El Matrero de Tres Lagunas
Leyendas Populares
El Matrero de Tres Lagunas
Por Rubén Bourlot
Publicado originalmente en revista Orillas, 21/71/2013
Entre Ríos es tierra fértil en mitos y leyendas, en relatos de milagros y sucedidos. La solapa es el duende más popular de la región y el Lázaro Blanco el milagrero que recorre el imaginario popular del norte provincial. Pero también existen personajes con un predicamento muy encarnados en su pago, de quienes suelen contarse historias extraordinarias, como es el caso de Carmelito Acosta, un gaucho matrero de la zona de La Paz. Nacido en el distrito Tacuaras hacia 1870, es un gaucho que vivió solitario y al margen de las normas de lo que se llama la “civilización”, con la única compañía de su fiel caballo ruano Pajarito. Como los antiguos matreros, a semejanza del Calandria que con maestría retrata Martiniano Leguizamón en su comedia campestre, Carmelito no gusta obedecer a la autoridad ni depender de un patrón. Vive de la bondad de algún amigo, tal vez de lo que puede obtener de un conchabo ocasional, pero más de las veces de carnear algún ajeno. Pero su justa fama no viene del robo de las reses que le sobran al estanciero sino de las pendencias en los boliches por una copa bebida demás y de su habilidad para escapar de los milicos. Rara vez la autoridad logra atraparlo.
Su refugio es un hueco cavado en un tronco de guaraniná en los campos de Tres Lagunas.
Aguedo Martínez relata que en una oportunidad, en horas nocturnas, Carmelito se dirige a la casa de una amiga, quien es la que le lava la ropa, sin advertir que en los corrales de la casa lo espera una partida policial. Cuando desmonta de su ruano recibe el ataque con armas de fuego y una bala alcanza su pierna lo que le impide montar de nuevo. No le queda más recurso que prenderse a la cola de una vaquilla, que espantada por la batahola huye junto al resto de la tropa y así logra escapar de las autoridades.
Otra hazaña que se cuenta lo tiene de protagonista en un boliche tomándose una ginebrita, cuando llega otro gaucho que se acoda al mostrador y luego de mojar el garguero como corresponde mira desafiante a Carmelito. Y de la mirada se fueron a las palabras, y de las palabras al facón. El parroquiano con facón y Carmelito con un cuchillo que con gran habilidad le metió un agujero en el cuero del rival que lo dejó fuera de combate y con una marca para toda la vida.
Y sigue la saga. Un domingo, en esas raras oportunidades que visitaba la casa de una amigo, es sorprendido por la policía pero lograr zafar montado en su ruano saltando los cercos. Sobre el lomo de su Pajarito, no había portón ni alambrado que lo atajara.
Otro testimonio lo brinda Roque Casals, de Santa Elena, que aporta datos brindados por Jesús Blanco, integrante del Conjunto “Los Peregrinos”: Carmelito era amigo de su padre, Juan Ramón Blanco, oriundo de Ombú. En los años 1947 y 1948, cuando Jesús tenía alrededor de 10 años, Carmelo visitó su casa del barrio puerto de La Paz (…) Tenía un caballo ruano, que saltaba los alambrados y con un silbido lo tenía a su lado (…) Nunca se le conoció muerte; posiblemente era cuatrero porque era muy perseguido por la policía.
Pero además de sus habilidades para montar y manejar el cuchillo, tiene una particular destreza para el dibujo, tanto que en el papel es capaz de reflejar el paisaje agreste que lo rodea. Lo menciona Martínez y también Linares Cardozo, el maestro de la chamarritas, en su libro Júbilo de esperanza. Dice el autor de La Lindera que en una oportunidad, pintando un paisaje en el arroyo Estacas, se le aparece el famoso gaucho, anciano ya “espigado, ágil todavía, muy prolijo y aseado en su vestimenta, con una cabellera blanca que le caía, sujetada a la altura de la frente por una vincha que la hacía patriarca gaucho. Su presencia fue como una aparición, llevaba puesto en ponchillo que protegía la espalda. Dejé mi trabajo para atenderlo. Según sus palabras andaba con sus perros rastreando un zorro por el arroyo. Curioso, se sintió atraído por mi paisaje que lo observó un largo rato, para finalmente dar su juicio pícaro y travieso: ‘el que sabe, sabe, el que no sabe, ignora y el ignorante pelea…’ Luego me confesó el entusiasmo de toda su vida por el dibujo, por la música y las artesanías. Don Carmelito me hacía notar su gran amor por la naturaleza, los pájaros, los bichos (…)”
Hoy el campo donde se realiza la Fiesta del Toro, en campos de la familia Genés, en la zona de Yacaré, se denomina precisamente “Carmelito Acosta”. Cuenta Marcelo Faure en la página del Centro de Estudios Históricos Arturo Jauretche, que “Pituco Martínez acceso a un papel de estraza (que se usaba para envolturas en los viejos almacenes) con escritos y dibujos de Carmelo Acosta hechos con pétalos de flores del monte”.
Un copla popular lo recuerda: “Un gaucho de Tres Lagunas/ con cara de zorrito/ no hay alambrado que ataje/ a su ruano Pajarito”.
Y así lo pinta Héctor Cacho Miño en su chamamé Campo Carmelito Acosta.
Llega la “Fiesta del Toro”, ya se escucha los murmullos
Por el lao de “Tres lagunas”, por el pago del “barullo”.
Allí junto al Yacaré, ese arroyo entrerrianito
Está el campo de destreza, bien llamado “Carmelito”.
Gauchito de “Tres Lagunas”, aunque los años pasaron
se recuerdan sus andanzas, porque en la gente quedaron.
Era ágil cual un gato y le sobraba el valor
al tratarlo muy amable, buen dibujante y pintor.
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