Los últimos días de enero y casi la mayor parte de lo que va de febrero, el clima que soportamos en la provincia de Buenos Aires, fue muy perjudicial para la salud de nuestros tan amados caballos.
Un verano que arrancó con mucha sequía y después con lluvias y tormentas.
Las sequías, producen un polvillo muy perjudicial para los equinos.
Al igual que las intensas lluvias que no dan tregua.
El polvillo, producto de la falta de lluvias, produce sequedad en la mucosa nasal, que los predispone para contraer moquillo y paperas, también una intensa picazón en el cuerpo, produciéndoles alergias que, al rascarse, suelen ocasionárseles lastimaduras, como así la falta de pastos naturales, tan importantes en el equilibrio alimentario de ellos.
Qué pasa con las abundantes lluvias y tormentas?. Casi, casi efectos similares a los provocados por las sequías.
Si el caballo permanece mucho tiempo estabulado (encerrado en el box), su cuerpo no se ejercita, su misma transpiración, la humedad de ambiente, lo predispone para contraer moquillo y /o paperas con el agregado de poder contraer infosura, reuma o artrosis.
A su vez, picazón en su cuerpo por la abundancia de mosquitos, tábanos y/o mosca del corral.
Si los caballos permanecen a campo abierto y el espacio no es lo suficientemente grande (se considera espacio ideal 2 caballos por hectáreas) pisotean todas las pasturas eso hace que el pasto no crezca con la necesidad que ellos tienen para lograr el equilibrio alimentario, con el mayor problema que causan las fuertes tormentas que se viven en este tiempo, rayos y truenos suelen asustarlos y pueden producir sus “disparadas” amen del peligro que trae aparejado la caída de rayos.
Por eso recordamos:
Apenas el tiempo se “equilibre”, y si nuestros animales no mostraron ningún síntoma de moquillo (resfrío) o paperas, vacunarlos.
Si mostrasen síntomas (por ejemplo mucosidad blanca o amarilla, esta es más peligrosa) aplicarles antibióticos que existen en el mercado veterinario, muy buenos. Como remedio casero, una jeringa de 10 cm3 de vinagre blanco en las fosas nasales con fuerza.
Para evitar la picazón, con sequías y calor, bañarlos a diario, mínimo una vez por día, luego de secarlos con una tablita se le puede frotar algún repelente “para chicos”, ya sea en pomada o líquido, no en aerosol.
En las fuertes lluvias que se registran en éste verano especialmente, y en el corral, taparlos con sus respectivas mantas, si tiene partes impermeables mejor, sobre todo en las noches y en sus partes descubiertas también utilizar repelente para chicos, anteriormente indicado.